El ministro de Economía, Luis Caputo, defendió con datos su gestión y arremetió contra los críticos, especialmente el diputado Ricardo López Murphy, quien cuestionó el acuerdo con el FMI. En un discurso contundente, Caputo enumeró logros claves: reducción de la pobreza, control de la inflación y crecimiento económico, asegurando que recibieron "la peor herencia de la historia".
La polémica estalló cuando López Murphy afirmó que el Gobierno actúa "desesperado" al pedir ayuda al FMI, señalando "un mal diseño" económico. Caputo replicó con ironía: si su plan está tan "mal hecho", siete años más convertirían a Argentina en una potencia.
Mientras tanto, el nuevo préstamo del FMI por US$ 20.000 millones sigue en la mira. Caputo insistió en que no habrá devaluación brusca, pero los mercados no se tranquilizan: el dólar paralelo supera los $1.300. Kristalina Georgieva, del FMI, avaló el pedido argentino, calificándolo de "razonable".
El desafío ahora es mantener la estabilidad. Con reservas en jaque y una oposición en alerta, el Gobierno apuesta todo a este acuerdo. ¿Podrá sostener el rumbo sin medidas impopulares? Expertos advierten: sin reformas profundas, el crecimiento podría ser efímero.