Eva Mieri, presidenta del bloque del PJ en Quilmes, fue detenida esta mañana tras ser acusada de participar en el polémico ataque a la casa del diputado nacional José Luis Espert. El hecho ocurrió la semana pasada y generó una fuerte repercusión: encapuchados arrojaron estiércol y colgaron un pasacalles con insultos en la puerta del legislador.
La detención fue ordenada por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, en el marco de una serie de allanamientos simultáneos en el municipio de Quilmes, y en domicilios de Florida, Villa Martelli e Ingeniero Maschwitz. Además de Mieri, fueron arrestadas otras tres personas vinculadas a La Cámpora, una de ellas relacionada con la camioneta S-10 usada en el ataque.
La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, denunció una “persecución política” y arremetió contra Espert: “Si tan macho sos, ¡nos vemos en las urnas!”, publicó en X. La causa, que sigue bajo secreto de sumario, ya tiene otra detenida: Alesia Abaigar, quien trabaja en el Ministerio de Mujeres bonaerense, permanece presa en Ezeiza desde el 27 de junio.
Desde Unión por la Patria convocaron a una conferencia de prensa para hoy a las 18 en Diputados, con el objetivo de denunciar lo que consideran una criminalización de la militancia. Familiares, legisladores y dirigentes acompañarán el reclamo por la liberación de las detenidas.
La situación generó un fuerte cruce entre sectores libertarios y kirchneristas. Mientras Espert habla de “delitos que deben ser castigados con cárcel”, desde el peronismo denuncian “un operativo para sembrar miedo y disciplinar a las mujeres militantes”.
La tensión política crece y el caso promete escalar. ¿Investigación o persecución? ¿Ataque simbólico o delito penal? La Justicia deberá dar respuestas mientras la grieta se profundiza.