Vecinos quedaron en shock al ver cómo se quitaba la capucha y cambiaba de aspecto al ser identificada. ¿Estafa o necesidad extrema?
Una joven de 35 años fue descubierta fingiendo ser una adulta mayor para pedir limosna en el centro de Salta. Con una caracterización convincente —ropa vieja, bastón y maquillaje— logró despertar la solidaridad de transeúntes, quienes creyeron que se trataba de un caso de abandono.
Vecinos alertaron a la policía, preocupados por la aparente situación de vulnerabilidad. Pero al llegar, los efectivos se encontraron con un engaño elaborado: la "abuelita" era en realidad una impostora que buscaba lucrar con la empatía ajena.
Según testigos, la mujer recaudaba dinero a costa de quienes realmente necesitan ayuda. “Es indignante que jueguen con nuestra empatía mientras hay gente en situación real de calle”, comentó un comerciante de la zona.
Las autoridades la retiraron del lugar, pero no hubo consecuencias legales.
Las imágenes del momento se viralizaron rápidamente, mostrando el contraste entre su apariencia falsa y su verdadera identidad.