Juan Grabois, líder del Frente Patria Grande, fue detenido este jueves tras ocupar junto a militantes y diputados el Instituto Juan Domingo Perón en Recoleta. El Gobierno había anunciado su cierre, desatando una protesta que terminó con gas pimienta, forcejeos y dos arrestos.
El conflicto escaló rápido: unos 50 activistas ingresaron al edificio, colgaron banderas con consignas contra el Gobierno y resistieron el desalojo. La ministra Patricia Bullrich defendió la acción policial: "Se terminó el vale todo. Grabois: las hacés, las pagás".
"Meteme preso Milei, pero la bandera argentina no me la sacás", publicó Grabois desde un camión celular. Su abogado denunció "privación ilegítima de la libertad", mientras simpatizantes se movilizaron a la comisaría exigiendo su liberación.
El instituto, creado en 1995, funcionaba en la ex Quinta Unzué, donde vivieron Perón y Evita. El Gobierno lo cerró por "gastos injustificados" (400 millones anuales), pero Grabois lo calificó de "ataque a la memoria histórica".
Bullrich celebró el operativo, mientras el PJ acusó "persecución ideológica". El inmueble será reconvertido en una biblioteca para personas con discapacidad, pero la tensión política sigue en ascenso.
"El miedo se contagia, pero el coraje también", había dicho Grabois horas antes. La pulseada entre el oficialismo y los movimientos sociales ya tiene su primer detenido. ¿Qué sigue?
