Con el fin de la moratoria previsional, el Gobierno de Javier Milei eliminó un beneficio clave: las pensiones por viudez para quienes accedan a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM). Esta medida afecta a miles de personas que, al no cumplir con los 30 años de aportes, quedan fuera del sistema jubilatorio tradicional.
¿Qué cambia?
Mientras los jubilados contributivos mantienen el derecho a cobrar una pensión por fallecimiento de su cónyuge, los beneficiarios de la PUAM perderán este derecho. La PUAM, equivalente al 80% del haber mínimo ($237.185 en mayo), es la única opción para quienes no alcanzaron los aportes necesarios, pero con una gran limitación: no permite heredar beneficios.
Un jubilado con aportes recibe $366.481 (haber mínimo + bono) y puede transferir una pensión por viudez. En cambio, un titular de PUAM, aunque cobre $307.185 con bono, no podrá dejar ese derecho a su pareja.
¿Qué viene?
Organizaciones sociales reclaman revisar la medida, mientras ANSES insiste en que la PUAM es una "herramienta de inclusión". Sin embargo, sin derecho a herencia, muchos adultos mayores enfrentarán un futuro incierto.