El clima en la Cámara de Diputados estalló cuando legisladoras de Unión por la Patria enfrentaron a José Luis Espert, tras sus provocaciones y la detención de militantes peronistas. "En Argentina hay presos políticos", denunció Luana Volnovich, mientras el libertario, acostumbrado a la violencia discursiva, recibió un repudio inédito.
La gota que rebalsó el vaso fue el operativo contra Alexia Abaigar y otros militantes, detenidos por colgar un pasacalle frente a su casa. Las imágenes de allanamientos violentos y traslados a Ezeiza encendieron al kirchnerismo. Espert, que paraliza la Comisión de Presupuesto, esta vez no pudo esquivar la bronca acumulada.
"Si es tan machito, que nos gane en las urnas", desafió Volnovich, mientras Espert intentaba minimizar el escándalo. Pero los comentarios fuera de micrófono sobre la detención de la concejala Eva Mieri terminaron de inflamar los ánimos. "Ustedes se metieron la Constitución en el culo", le espetó Cecilia Moreau.
La tensión escaló cuando diputados de UxP rodearon la banca de Espert. Gritos, gestos y acusaciones cruzadas casi derivan en golpes. Martín Menem, presidente de la sesión, apenas logró contener el caos antes de dar por terminado el debate. Espert, en un gesto revelador, huyó del recinto.
Paula Penacca lo remató en redes: "Sos un cobarde. Te hacés el duro en la tele, pero no bancás las consecuencias de tu odio". El diputado, que días antes había insultado a Florencia Kirchner en una universidad, volvió a quedar expuesto como un agitador sin respaldo.
El mensaje fue claro: la violencia discursiva tiene un límite. Mientras el oficialismo insiste en la persecución política, la oposición le planta cara.