La desesperación se apoderó del centro salteño en las últimas horas: decenas de personas con discapacidad y adultos mayores hicieron largas filas frente a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) para reclamar por la suspensión de sus pensiones. La situación fue expuesta en el programa Que Pasa a la Mañana, donde los propios damnificados contaron la angustia de no recibir respuestas.
Una mujer relató entre lágrimas que desde mayo espera la carta de discapacidad que le permite renovar el beneficio. “Siempre me hacen venir, hay muchísima gente y no alcanzan a atendernos”, contó con impotencia. Según su testimonio, la falta de este documento podría dejarla definitivamente sin la pensión, única fuente de ingresos para sostenerse.
Otro vecino afirmó que llegó desde muy temprano y pasó horas aguardando en la fila sin obtener soluciones. La postal se repite: adultos mayores, personas en sillas de ruedas y familias enteras esperan bajo el sol, en un espacio reducido, con poco personal y sin asistencia adecuada para quienes no saben cómo completar sus trámites.
“Estoy esperando desde temprano, la atención es lenta para más de 50 personas”, dijo una de las entrevistadas. El testimonio refleja el contraste entre la urgencia de los beneficiarios y la lentitud del sistema, que deja a los más vulnerables en la incertidumbre.
Los afectados aseguran que nunca recibieron una notificación oficial de ANSES sobre la suspensión de sus pensiones. Al ser derivados a ANDIS, tampoco encuentran respuestas claras, lo que aumenta el miedo a perder definitivamente el beneficio.
La situación reclama atención inmediata de las autoridades: cientos de salteños dependen de estas pensiones para sobrevivir.