Este domingo, la provincia de Buenos Aires vivió una jornada electoral histórica: Fuerza Patria, alianza de la oposición peronista, logró una contundente victoria sobre La Libertad Avanza, el partido del presidente Javier Milei. Con más del 80% de las mesas escrutadas, el resultado mostró una diferencia abrumadora de más de 13 puntos: 47% contra 34%.
La elección, primera en realizarse de forma desdoblada respecto de la nacional, fue vista como un termómetro político de gran relevancia. El resultado deja al oficialismo nacional en su peor escenario desde que Milei llegó al poder y posiciona con fuerza al gobernador Axel Kicillof como uno de los grandes nombres de cara a las presidenciales de 2027.
Los datos de participación también llamaron la atención: a las 16 horas solo había votado el 50,5% del padrón, un número considerado bajo en comparación con elecciones anteriores. La jornada estuvo marcada por denuncias de robo de boletas y la preocupación por un alto nivel de ausentismo.
“Es un mensaje claro de la gente: no quieren ajuste sin límites”, afirmó un dirigente peronista en la sede central de La Plata, donde la militancia celebró con cánticos y banderas. Mientras tanto, en el búnker oficialista se vivió un clima de sorpresa y silencio.
El golpe electoral en el distrito más poblado del país no solo repercute en Buenos Aires, sino que redibuja el mapa político nacional. La Libertad Avanza deberá replantear su estrategia a pocos meses de las elecciones generales, mientras que el peronismo busca capitalizar el envión y consolidar su unidad.
La batalla bonaerense dejó en claro que el escenario político argentino está más abierto que nunca. Ahora, todas las miradas se centran en cómo reaccionará el Gobierno y qué papel asumirá Kicillof en el tablero nacional.