A cinco días del ACV que dejó en terapia intensiva a la exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras, su familia vive horas cargadas de incertidumbre, fe y emociones encontradas. Internada en el Hospital José María Cullen de Santa Fe, su estado sigue siendo reservado, pero su hermano Jesús aseguró que “va a reaccionar, es fuerte”.
“Estamos en shock, nunca lo hubiéramos imaginado. Mi hermana es la persona más sana que conozco”, contó Jesús en una entrevista televisiva. Según relató, fue su sobrino quien la encontró desorientada en la cama. La ambulancia llegó rápido y, tras el diagnóstico de ACV, fue ingresada de urgencia. Horas después, debió ser operada para descomprimir la inflamación cerebral.
El parte médico es hora a hora. Tras la cirugía, Locomotora fue inducida al coma y se encuentra con asistencia mecánica. “Hay que esperar 10 días para ver si se puede empezar a despertar. No sabemos si habrá secuelas, pero el médico es cauto”, explicó Jesús. La familia confía en su fortaleza: “La conozco, va a salir. Es muy fuerte mi hermana”.
Antes de ser sedada, la deportista sorprendió a su hermano con una actitud conmovedora: “Me preguntaba si yo había comido, cómo estaba yo. Pensaba más en nosotros que en ella. Esa es mi hermana: una luchadora de alma”. En su relato, Jesús recordó cómo ella lo defendía en la escuela y enfrentaba con coraje las dificultades familiares.
Oliveras comenzó el boxeo para defenderse, para salir de la miseria, para hacerse fuerte. Hoy, desde una cama de terapia intensiva, enfrenta su pelea más dura. Y mientras el reloj médico marca cada hora como una batalla, su familia y el país entero cruzan los dedos por su recuperación.
