La caravana presidencial encabezada por Javier Milei en Lomas de Zamora terminó en un verdadero escándalo. El miércoles 27 de agosto, un grupo de manifestantes arrojó piedras y botellas contra el vehículo en el que viajaba el Presidente junto a su hermana Karina, José Luis Espert y Sebastián Pareja. En medio del caos, toda la comitiva fue evacuada de urgencia para resguardar su seguridad.
El episodio más llamativo llegó con la reacción del diputado José Luis Espert. En plena confusión, abandonó la caravana y se subió a una motocicleta, escapando a toda velocidad sin casco. La imagen del legislador, visiblemente nervioso, recorrió las redes sociales en cuestión de minutos y generó un aluvión de críticas y burlas.
Testigos señalaron que los incidentes comenzaron cuando vecinos increparon a la comitiva presidencial, acusando al Gobierno de corrupción en medio del escándalo por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). La tensión escaló de inmediato y los ataques con piedras obligaron a interrumpir la marcha en la Plaza Grigera.
Lo paradójico fue que Espert, conocido por su discurso de mano dura y su lema de “cárcel o bala”, terminó huyendo de la escena de manera apresurada. Usuarios en redes sociales lo cuestionaron con dureza, acusándolo de “valiente en Twitter, cobarde en la calle”, y otros ironizaron con que “ni para custodio de Milei sirve”.
La caravana, que buscaba mostrar fuerza política de La Libertad Avanza en la recta electoral, acabó transformándose en un episodio que dejó una postal difícil de borrar: la de un Presidente evacuado bajo ataque y un aliado clave escapando en moto, en soledad, dejando expuestas las vulnerabilidades de la estrategia libertaria.
