"Es una costumbre que deberíamos mantener", advirtió Luis Medina Ruiz, ministro de Salud de Tucumán, al recomendar el uso de barbijos en transporte público y espacios cerrados. Aunque la provincia no registra brotes graves de COVID-19 o gripe, la medida busca prevenir contagios ante los cambios climáticos y la circulación de virus respiratorios.
La alerta llegó horas después de que Tucumán reinstaurara el barbijo obligatorio en hospitales, especialmente en áreas críticas como neonatología y terapias intensivas. "Donde hay personas vulnerables, no podemos bajar la guardia", explicó el funcionario, destacando que la protección debe ser prioridad en entornos de riesgo.
¿Por qué enfocarse en los colectivos? Medina Ruiz lo dejó claro: "El transporte público es un foco de contagios por la poca ventilación y aglomeración". Aunque no habrá obligatoriedad, insistió en que el barbijo "nos protegió en la pandemia y sigue siendo clave", sobre todo para adultos mayores o inmunodeprimidos.
El llamado también apela a la solidaridad: "Si tienes síntomas, usar barbijo es cuidar a los demás", remarcó. Miguel Ferre Contreras, experto en inmunizaciones, respaldó la idea: "El aprendizaje de la pandemia debe mantenerse: en lugares cerrados, el tapabocas salva vidas".
Mientras Tucumán toma precauciones, en Salta la pregunta queda flotando: ¿Será hora de replicar estas recomendaciones? Con el invierno en puerta y los virus al acecho, las autoridades locales podrían evaluar medidas similares para evitar colapsos en el sistema de salud.