En un gesto de humildad y transparencia, Monseñor Mario Cargnello, Arzobispo de Salta, aprovechó la celebración del Tedeum por el 25 de Mayo para pedir disculpas públicas por un incidente ocurrido recientemente. Ante una congregación atenta, el líder religioso abordó el tema con franqueza: "Hace bien reconocer las faltas que podamos cometer. Quiero pedir disculpas por lo que pasó la otra noche. Venía de una cena, pido perdón... Gracias a Dios, la multa ya la pagamos".

A pesar del revuelo causado por el incidente en un vial de control, donde se reconoció haber ingerido alcohol, Monseñor Cargnello llevó a cabo la ceremonia del Tedeum con el mismo fervor y dedicación de siempre. La Catedral Basílica de Salta fue el escenario donde el Arzobispo, en un acto de humildad y transparencia, asumió la responsabilidad de sus acciones ante los fieles.
 Más allá de las disculpas, Monseñor Cargnello aprovechó la ocasión para reflexionar sobre la realidad política y social del país. Con sabiduría y experiencia, expresó: "La comunidad política no se puede construir si no se basa en la amistad social. Conforme pasan los años y uno se pone cada vez más viejo, se va dando cuenta que las ideologías de izquierda o derecha son solo eso, ideologías".
En un mensaje de esperanza y optimismo, el Arzobispo instó a la congregación a ver las crisis como oportunidades y desafíos. "Las grandes crisis son siempre una oportunidad y un desafío, esto también lo es", afirmó, invitando a los fieles a mantener la fe y la resiliencia ante los obstáculos que enfrenta la sociedad.